De la introducción: El mundo ha estado en plena efervescencia por las dramáticas pérdidas de abejas melíferas cultivadas debido al trastorno de colapso de las colonias, así como por el declive de las especies polinizadoras autóctonas en todo el planeta. Recientemente, los científicos han empezado a calcular hasta qué punto los cultivos alimentarios dependen de los polinizadores animales, como las abejas, las mariposas y los murciélagos, y un estudio asigna un valor económico al «servicio del ecosistema» proporcionado por los polinizadores de aproximadamente 167.000 millones de dólares. Incluso más recientemente, otros estudios nuevos han ofrecido pruebas de que los polinizadores también pueden tener un impacto beneficioso en la seguridad nutricional: la disponibilidad de macro y micronutrientes esenciales en la dieta humana.
«Es bien sabido que la polinización cambia el rendimiento de los cultivos y la economía de la agricultura», dice Taylor Ricketts, director del Instituto Gund de Economía Ecológica de la Universidad de Vermont. Cada vez es más conocido, dice, que la polinización también afecta al valor nutricional de los alimentos.
La falta de los tres macronutrientes (grasas, proteínas e hidratos de carbono) y de numerosos micronutrientes esenciales (vitaminas y minerales) puede provocar estados de carencia de nutrientes específicos, así como debilitar el sistema inmunitario, frenar el desarrollo y aumentar considerablemente la mortalidad por otras enfermedades. En la actualidad, unos 795 millones de personas en todo el mundo carecen crónicamente de las calorías y proteínas adecuadas, y 2.000 millones sufren carencias de micronutrientes (el llamado hambre oculta). Según nuevas estimaciones, una reducción de los servicios de polinización podría agravar estos problemas en algunas zonas que ya luchan por superarlos.
El poder de los polinizadores: beneficios para la seguridad nutricional de un servicio del ecosistema | Environmental Health Perspectives | volumen 123 | número 8 | agosto 2015